9.30 horas y media de vuelo después, agradecidos por la
oportuna decisión de tantos argentinos de no viajar hacia México DF y por lo
tanto, tenemos 4 asientos para estirarnos cada uno. Ni en clase ejecutiva estiraron tanto las
patas como nosotros ni tuvieron tantas almohadas a su disposición; inmejorable.
Bajamos bien descansados y esta hermosa y aún incierta ciudad para nosotros nos
abraza con un lindo tiempo fresco, agradable, con sólo algunas gotas al llegar.
Mientras tanto, Buenos Aires nos despide con tanto, tanto cariño que incluso
decide retener una partecita nuestra: una valija menos (otra rota) y a salir en
busca del misterioso Hotel reservado vía internet, y no sería posible sin el
mexicano amigo taxista que nos transportó. Habló poco, excepto para pedirnos
propina. Lo mejor: su sombrero... ¡lejos!
Imagen de la portada del website del hotel. ¿No parece linda la habitación? |
Interesante, no estaba en nuestros planes buscar un hotel del tipo... digamos, tan "albergue transitorio" como primera opción
para descansar, resultó ser una sorpresa
más, pero bueno, es una cama grande con una ducha aún más grande y a nadie le
viene mal que le recuerden en la mesita de luz que el Sida existe y si no usás
preservativo, lo podés contraer.
Foto verdadera de la habitación... Ooops! |
Y aquí el atento detalle que nos recuerda lo importante que es cuidarse. |
Luego de armarnos de coraje ordenamos todo rápido (no sea cosa de caer en un
muffin) y salimos a buscar alguno de estos puestitos de comida rápida y dormir
una siesta apurados.
chee, lindo el color de la habitacion (?)..
ResponderEliminarOjala se hayan cuidado.. lol,
Jajajaja... ¿Cuándo venís para México, che Carlitos?
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