Aquellos que no comprendan/padezcan de contradicciones, abstenerse
de leer, por favor.
Ahora que comenzamos a tener un ritmo más cotidiano, nos sentimos menos turistas y más locales. Eso es bueno y
es malo. Disminuyen los niveles de euforia de cachorrito que quiere que lo
saquen a pasear y beneficia el bolsillo considerando ciertos paseos que podrían
hacerse y se descartan por mirar pelis y ver pasar la vida por la ventana
comiendo lemon pie. La parte negativa está clarísima,
el tiempo pasa y la vida y las horas y todo lo que Steve Jobs (1) nos enseñó en su tan persuasivo y estético discurso.
Dejar de sentir el cosquilleo ese que nos hace despertarnos temprano un finde y mirar todo con ojos de vacaciones no es lo mejor, pero puede ocurrir. De hecho, somos testigos de esa sensación. Llevamos poco más de un mes en México y no fuimos a Las Pirámides ni al Museo Frida Kahlo…un poquitito de culpa nos llega y nos hace pensar que ¡Así no es la cosa!, que casi da vergüenza, que... ¿Qué vamos a poner en el blog?, que…¡Qué flojera!, ¿Qué habrá en la TV?, ¿Quedó lemon pie? ¿Qué hora es? ¡¿Qué?!...¿Ya mañana es lunes?
Pero el primer paso es aceptarlo J jiji.
Antes de agregar más drama a la
situación debo decir que tampoco es para tanto, pero cuando uno reflexiona
a viva voz o a vivas teclas, para el caso, tiende a agrandar un poquitito lo que
inquieta. (No es que yo sea una exagerada…¡NoOoo!). Tampoco es que no hemos salido. Sólo no
hemos salido en dos ocasiones –no consecutivas- de fin de semana. Ese no fue el
caso del anterior. He aquí una revisión con deseos de ser compartida:
El Museo Nacional de Antropología. Este lugar resultó ser realmente una
maravillosa máquina del tiempo, llena de espacios extraordinarios que inevitablemente (digo inevitablemente porque yo no tenía grandes expectativas (2)),
te llevan a la reflexión y te invitan a querer saber más y a contemplar en el
recuerdo la sensación plena de estar frente a algo tan exquisito como antiguo y
pensar en cuánto que se perdió y cómo esto o aquello se salvó y se rescató, se
limpió, se estudió y ahora está aquí… miles de años después tras una vitrina,
etiquetado, mirándome mientras lo admiro.
Estoy hablando de unos huesitos decorados, ni hablar de las tumbas exhibidas y las piedras monumentales talladas…y eso que no terminamos de recorrer todo el museo porque llegamos medio tarde y ya cerraba y que queremos concluir en algún momento.
Estoy hablando de unos huesitos decorados, ni hablar de las tumbas exhibidas y las piedras monumentales talladas…y eso que no terminamos de recorrer todo el museo porque llegamos medio tarde y ya cerraba y que queremos concluir en algún momento.
¡Shh! Están tomando una siestita... |
Al final sí salíamos, me parece y quizás no era necesario darle tanta importancia a pasar algún oportuno día sin asomar
la nariz por la puerta y disfrutar de estar cómodos.
¿Para qué tanto lio?
¿Para qué tanto lio?
Linda catarsis. Gracias por atajarla.
Ahora retomo el control remoto y planeamos ir
al Museo de Arte Moderno y pasar por el Blockbuster a la vuelta para pasar un domingo...sin
culpas.
(1) Dicen que los Trending-Topics dan
rating, veremos.
(2)
Tenía activado el switch mediocre, sorry.